Sankonmon 4 - Una profecía en la torre Bellsprout

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EP004: "Guerra de bichos: ¡Problema en el bosque!"

El cielo comenzaba a tornarse de un anaranjado conforme nuestro protagonistas caminaban. Se encontraban agotados, y andrajosos. Aunque por otro lado, llevaban a todos sus pokémon fuera de la ball, y estos se encontraban llenos de energía, jugueteando y masticando bayas silvestres.

Tita: Me siento toda sucia y rancia -dijo con un quejido-

Brandon: Así es como te he visto toda la vida.

Tita: ¿Cómo te atreves? -Con ademán de hacer un puño-

Luis: ¡Ese maldito zumbido no se va nunca!

Tita: Estamos en un bosque, niño genio. ¡Está lleno de insectos!

Brandon hizo una mueca de asco, en tanto que Luis buscaba el origen de dicho sonido. El grupo de pokémon (Elekid, Totodile, Cyndaquil, Larvitar, Gible, Charmander) se encontraba apostando las bayas, y separando las Tamate del resto.

Luis: Creo que veo algo...

Con cuidado se acercaron entre los árboles, para darse cuenta de que en el claro, se enfrentaban dos enormes grupos de pokémon. Uno formado por Butterfree's y el otro de Beedrill's. Abajo de ellos, las crías temerosas observando el duelo. Lo que parecían los líderes de cada bando, se enfrentaban en una encarnizada lucha

Luis: ¡AJÁ! ¡DE AHÍ VENÍA EL SONIDO!

Lamentablemente, el escandaloso sonido del gordo Luis hizo que los pokémon al otro lado de los árboles se percataran de su presencia. Los Beedrill que no luchaban giraron en su dirección.

Luis: Corran, chic...-

Sin embargo, Tita y Brandon ya se habían esfumado de la escena, y se hallaban lejos del alcance de los insectos. Luis corrió, y corrió, perseguido por un cuarteto de abejas

Luis: Gible, Charmander, necesito una maaaaaaaaaaaaaaa...-

Sin notarlo, Luis tropezó con una piedra, y rodó colina abajo. No era una empinada, pero por suerte hizo que el enjambre sintiera lástima y le dejara de seguir.

Luis: ¿Qué sigue ahora? ¿Acaso este narrador se está mofando de mí? ¿Qué quieres de mí, Arceus?

Mientras tanto, en un lugar muy lejano

Arceus: De ti nada, además yo no voy a salir hasta 600 episodios. -Se vuelve a dormir-

Al mismo tiempo, una vez más, y en otro punto de vista

Tita: Ese Butterfree se ve muy débil, creo que ha sido envenenado...

Brandon: ¿Cuál era la baya que servía para curar?

Elekid: (Yo qué se, todas se ven ricas)

Brandon: ¿Dónde estará este tipo cuando se le necesita? >:c

Se ve brevemente a Luis, de cabeza en el lodo, mientras Gible y Charmander lo intentan dar vuelta

Tita: Creo haberlo visto en un libro...

Brandon: ¿Libro?

Tita: Bueno, en un documental.

Brandon: ¿Documental?

Tita: Ya, ya, ví a una entrenadora de bubis grandes lanzarle una a su Pidgey.

Brandon: Eso sí te lo creo. ¿Y bien, cómo era?

Tita: Era la baya que parece emoji de trasero.

La baya en cuestión

Brandon: Eh...

Tita: La rosa, ya sabes, la que parece un emoji. -Dijo mientras sacaba una baya Meloc de un árbol pequeño-

Brandon: ¿Qué hacemos? No quiero correr entre un montón de Beedrill... Parece como si lucharan por territorio, cosa tonta pues hay Weedle y Beedrills por todo el bosque, no necesitan más.

Tita: Si los distraes, creo que puedo ayudar en algo...

Brandon: Sabes que odio los bichos, me vas a deber una grande...

Tita: 7u7 Ah, con que te gustan grandes..

Brandon: ...Sabes a lo que me refiero >:c

Los Beedrill seguían empleando tácticas mezquinas, mientras mantenían de rehenes a unos cuantos Caterpies, más pequeños que el resto

Brandon: Hey, Beedrill! Tu trasero es tan gordo, que no puedes apuntar un piquete.

Bedrill atacando

Una gran parte de los Beedill, indignados, persiguieron a Brandon por todo el bosque, mientras este corría en cámara rápida, con música de persecución inglesa de fondo

N/A: Véase https://youtu.be/Zat9CRfUr-E?t=81

Tita corrió en ese instante a aplicar una poción al Butterfree herido, y alimentarlo de una baya Meloc. A los pocos Beedrill que quedaban no les agradó mucho la idea, y furiosos se acercaron.

Tita: Cynda, usa ascuas.

Cyndaquil lanzó pequeñas brazas ígneas a los pokémon bicho, que huyeron en cuanto sintieron el candor del ataque

Tita: Muy bien hecho Cynd... ¿Es en serio? -Exclamó Tita, al notar que Cyndaquil había tomado unas flores del entorno, y se las había puesto en la cabeza, junto a un par de hojas que simulaban una falda- Por millonésima vez, ¡no eres un Bellossom!

Cyndaquil: (Idioma pokémon) Eso lo va a determinar el público. -Exclamó mientras simulaba la danza del pokémon planta-

El Butterfree que peleaba vivazmente contra el Beedrill hace unos instantes, ahora se encontraba reposando en la cabeza de Tita tras haber sido curado con distintas bayas

Tita: Debemos huir antes de que regresen...

Sin embargo, un grupo de pequeños Weedle miraban sin cesar a Tita y Cynda, con ojos llorosos. Los Weedles redirigieron su mirada hacia el humo que salía de una parte del bosque una vez que Tita les devolvió la mirada.

Weedle: Weedle!

Tita: Wee-weedle!

Weedle: (Idioma pokémon) ¿Qué mi mamá es qué?

Weedle 2: (Idioma pokémon) Espera, creo que no tiene idea de lo que dijo

Tita: No puede ser...

Weedle: (Idioma pokémon) ¡Al fin se dio cuenta!

Tita: ¡ME HE PERDIDO EL ALMUERZO!

Weedle: (Idioma pokémon) Pero es que esta es retardada, mejor busquemos un humano más útil.

Weedle 2: (Idioma pokémon) No hay tiempo, además sabe cómo luchar...

En ese momento, Tita vislumbró el humo proveniente del bosque, y posteriormente dirigió su mirada a los pokémon, intentando atar cabos sueltos

Tita: Ya veo...

Weedle 2: (Idioma pokémon) Te dije que lo entendería.

Tita: ¡Alguien está haciendo una parrillada y no los invitaron!

En ese momento, todos los pokémon caen hacia el lado mientras una gotita aparece en sus cienes. Los weedle hastiados de su incompetencia, le hicieron señales de seda en forma de flecha, para que los siguiera. Naturalmente, ni Tita podía ser tan tonta.

Tita: Algo anda mal... Cada vez siento más el humo, pero no me llega el olor de la carne... No puede ser.

Butterfree rodó los ojos, e hizo un esfuerzo para volar y hacer señales de cuidado a la entrenadora. Detrás de los matorrales, se hallaba un grupo relativamente grande de soldados, que habían enjaulado numerosos Pinsir, Heracross, y otras especies fuertes de pokémon. Contaban con una fogata enorme en medio, que avivaban con leña para temor de los bichos.

Soldado: Muévete, Pinsir. Directo a la jaula, ¿o prefieres el calor de la fogata?

Tita en ese momento estaba indignada. Contenía sus puños, y apretaba la mandíbula. Estaba a punto de lanzarse, pero Butterfree la detuvo.

Tita: Ya veo. Por eso los Beedrill huyeron a otro territorio...

Tita sacó a Cynda de su ball, preparando alguna clase de estrategia. No obstante, no podía crear ningún plan

Cynda

Tita: Cynda, necesito que te quedes aquí escondido como refuerzo. Son demasiados soldados para atacar sola, y algo puede salir mal...

Cynda mostró preocupación en el rostro. Sabía que era una misión suicida, y se abrazó a la pierna de su entrenadora, intentando impedir que entrara en batalla. Tita sonrió y lo acarició, volviendo luego a su mirada dubitativa.

Tita: Butterfree, ¿tienes fuerza suficiente para utilizar somnífero?

Butterfree: (Idioma pokémon) Sí, qué va. He sido envenenado, con la salud en rojo, y los stats disminuídos, pero qué más da. Por ti, lo intentaré.

Butterfree desplegó sus alas, y soltó una ligera cantidad de polvillo verdoso, antes de volver a desplomarse en la copa de los árboles. Más de la mitad de los soldados y pokémon cayeron profundamente dormidos, no obstante, varios soldados y pokémon fuertes se resistieron, y se encontraban murmurando groserías en contra de los pokémon bicho.

Tita: Larvitar, usa lanzarocas.

Larvitar salió emocionado, y comenzó felizmente a lanzar piedras relativamente grandes a los soldados que quedaban. Claramente debía practicar la puntería, pero al menos le dio a tres en la cara, y torso. Los demás soldados se alertaron, al menos unos 15, y comenzaron a rodear a Tita

Tita: Creo que metí la pata... (Y no de pollo, tristemente)

Un Rattata utiliza cabezazo en la espalda de Tita, y esta cae al piso. Entonces esta nota como otro soldado tiene a Cyndaquil tomado por la pierna, mientras este se intenta soltar frenéticamente.

Tita: ¡CYNDAQUIL!

El grito de Tita resonó a lo largo del bosque, y se puede ver en otras escenas como Luis, tumbado en el piso con lumbago, señala a Gible y Happiny que corran en la dirección del grito.

De vuelta en la escena, se podía observar como Tita se encontraba atada en el piso, con un calcetín en la boca, al igual que sus dos pokémon.

Soldado: Vaya, creo que podemos sacarte un precio decente... -comentó con una sonrisa maliciosa-

No obstante, el plan ya estaba en marcha. Tita intentó utilizar el movimiento ojos tristes en los soldados, en tanto que de fondo, se podía observar a Totodile triturando barrotes que encerraban a los Pinsir, y Elekid utilizaba sus puños repetidas veces para poder hacer lo mismo, con un poco más de dificultad en las jaulas más grandes. Brandon, por su lado, estaba bastante maltrecho y con los ropajes rasgados, caminaba cojeando una pierna.

Tita: Hmsmsmsm -intentando hacer sonidos sobre el calcetín

Soldado: ¿Qué dices? ¿Qué te casarás conmigo? -Comentó el soldado viejo verde, mientras le ponía un pie en la cabeza y sus compañeros reían maliciosamente.-

Ese movimiento, sin embargo, molestó a los refuerzos, y de un instante a otro el soldado cuarentón recibió un fuerte látigo cepa en el trasero, y una hidrobomba tan potente que lo llevó a chocar contra un árbol, dejándole inconsciente.

Squirtle: (Idioma pokémon) ¡No te meterás con mi humana!

Bulbasaur: (Idioma pokémon) Hm, a mi me obligaron a venir.

Soldado: ¡Siguen siendo solo dos, no lograrán nada!

Los soldados sacaron Golbat, Grimer, y un par de Raticate. Demasiados enemigos para solo dos pokémon, que con dificultad los mantenían a raya, a punta de hojas navajas y chorros de agua

Gible: (Idioma Pokémon) ¡COMIDA! -Gritó Gible en su idioma, mientras se abalanzó sobre un soldado con trasero gigante, mordiendo sin dudar-

Psicorrayo

Happiny, por su lado, se dirigió a curar a todos los heridos del campo de batalla. Totodile y Elekid fueron su primer blanco. Y tan pronto estuvieron recuperados, se incorporaron a la batalla. Pronto, siguió con Brandon y Butterfree, que se hallaban al alcance. Butterfree le agradeció con un gesto de cabeza, e inmediatamente utilizó psicorrayo para debilitar a un par de Golbat, y todos los grimer que quedaban.

Soldado: Chale, y yo que ya había invertido en este plan. Creo que toca huir...

Los soldados dieron media vuelta, pero se toparon de cara contra los Pinsir, Heracross y Beedrill, claramente molestos, y Brandon en medio de ellos dirigiéndoles.

Brandon: A mi me parece que la venganza se sirve como tacos. Fría.

Tita: Ew, déjame las bromas de comida a mí. -Dijo con asco, una vez que Squirtle le sacó el calcetín de la boca-

Brandon: Diviértanse. -Dijo sonriendo de lado, mientras los pokémon preparaban sus agarre y megacuerno-

Totodile y Squirtle apagaron el fuego, mientras que los demás pokémon del grupo se reunían en torno a Tita, que estaba siendo curada por Happiny. ¿Qué sería de un equipo sin el support?

Brandon: Hice una llamada a la Jenny Uber, pero la condenada tenía una tarifa muy elevada.

Tita: No te preocupes, presiento que no irán a ningún lado... -Dijo riendo, pues los Caterpies ya habían lanzado su seda a los Rocket, cuyo estado magullado dejaba claro el desquite de los bichos.-

Brandon: Tienes suerte, Bulbasaur y Squirtle nos habían seguido en secreto, y terminaron por indicarme el camino. Creo que quieren venir con nosotros después de todo.

Tita: Yo no me opondría. -Comentó sonriendo, y acariciando la calva de Squirtle-

Brandon: Hecho. -Finalizó mientras chocaba su puño con el látigo cepa de Bulbasaur, ofreciéndole una ball. Naturalmente, se quedó, y Tita hizo lo mismo con Squirtle.-

Tita: Butterfree, tu también vendrás, ¿no?

Butterfree vio al horizonte, y se alegró viendo como los Weedlee y Beedrill volvían a su territorio en paz. Traían un par de bayas con ellos, que ofrecieron a Tita y Butterfree en señal de agradecimiento y disculpas, y posteriormente se retiraron a lo profundo de su área del bosque.

Tita: Entonces mi teoría era cierta. Solo falta resolver el misterio de la carne desaparecida. Digo, ¿quién hace fuego sin tener una parrilla?

Butterfree suspiró, y tocó con sus alas la pokéball que Tita le ofrecía

Brandon: Calma, calma. Yo soy el protagonista de esta historia, ¿por qué tú te llevas dos pokémon en un capítulo y yo no? -Comentó indignado-

Tita: Bueno, eso es por que por poco no la cuento... -agregó-

Brandon: Ya lo creo, siempre tengo que llegar a salvar tu trasero, ya estoy acostumbrado. -Comentó olvidando el motivo inicial de su queja-

Pero Tita le dio un golpe en la cabeza, que causó gracia a todos los pokémon.

Brandon: Hey, y ¿dónde quedó Luis? -Preguntó mirando a Gible y Happiny-

Ambos se miraron mutuamente, y la escena salta a Luis bajo el atardecer, tumbado en el piso sobre una roca, aún sufriendo de lumbago.

Luis: ¿Hola? ¿Ya regresan? ¡TENGO HAMBRE!

Y mientras nuestro héroes se recuperan de una intensa aventura, su camino se va forjando, haciendo amigos y enemigos entre tanto.

ESTA HISTORIA CONTINUARÁ...